El Icono de la Natividad del Señor (8ª Parte)

“EL BAUTISMO DEL SEÑOR”:

2013-01-15 12.33.59 WEB
• Las Comadronas
Habitualmente situada en la parte inferior derecha del Icono, aparece siempre la imagen de una o dos mujeres lavando al Niño recién nacido.

La presencia de estas comadronas tiene una importante función: subrayar y dar fe de la plena participación de Cristo en la naturaleza humana; están lavando al Niño porque es una criatura pequeña y necesitada, es en verdad un hombre, es “El Hijo del Hombre”; por tanto, la encarnación no es una simple apariencia.

Pero sorprendentemente, el lugar en donde están bañando al Niño es una pila bautismal. Esto se debe a querer simbolizar el bautismo cristiano: en Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, y es ya la anticipación del nuevo nacimiento de los cristianos en Cristo, en el bautismo.

La misma imagen aparece en los iconos del nacimiento de San Juan Bautista, recordando su ministerio y el hecho de ser él quien bautizará a Jesús en el río Jordán.

Estas dos mujeres que se ocupan del baño del Niño aparecen en varios Evangelios apócrifos de la infancia, como en el Protoevangelio de Santiago y en el del Pseudo Mateo. José sale a buscar comadronas hebreas, recordando la buena fama que se habían ganado éstas al haber salvado con su desobediencia la vida de Moisés, según relata el libro del Éxodo. Ambas dan testimonio del nacimiento virginal de Cristo:Comadronas

– Una de ellas es Zelomí, testigo del resplandor de luz que inunda la cueva en el momento del nacimiento de Jesús y de la virginidad de María. El Evangelio Armenio de la Infancia, pone en su lugar a “Eva”, “nuestra primera madre”; aquella que tomara parte en el pecado original, ahora aparece junto a la pila bautismal prefigurando el nacimiento por el bautismo a una vida nueva libre de él.

– La otra mujer es Salomé, la cual representa la duda ante el nacimiento virginal de Jesús. Aparece en los apócrifos el relato de cómo tras tocar a María para comprobarlo su mano se seca y es curada al tocar al niño. A veces aparece acompañada por el pastor-diablo Tirso, el cual implanta en ella la duda, al igual que intentará hacer con José. Aparecerá acompañando a la Sagrada Familia en su viaje a Egipto y durante su estancia allí.

Los hombres no podemos respirar debajo del agua, si nos hundimos en ella nos ahogamos; éste es el significado del agua en el bautismo cristiano, representado mejor en el rito realizado por inmersión: la muerte al hombre viejo y el nacimiento al hombre nuevo. San Pablo dirá en la carta a los Romanos que al igual que por el bautismo fuimos sepultados con Cristo en la muerte, despertaremos como Él a una vida nueva. Morir a una vida en la que no tenemos en cuenta a Dios para nacer a una Vida Nueva en la que caminamos junto a Él.

 

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