Mejoras en el templo

Si habéis pasado en los últimos días, habréis visto cambios evidentes en la iglesia.

Muchos de vosotros señalabais que la acústica de la iglesia no era la mejor: en ocasiones se hacía difícil seguir la celebración, sobre todo las Lecturas y la homilía.



D. Arturo, el párroco, encargó un estudio acústico, del que resultó que, debido a la cantidad de superficie «vacía» de paredes y techos, al sonido le cuesta llegar limpio.

Esto no pasa en templos con más imágenes, altares laterales o decoración, por lo que la solución a nuestro problema era «rellenar» esos espacios con placas de un material que mitigue el rebote del sonido.

Confiamos en que esta medida ayude a seguir las celebraciones.

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