Xtantos: el IRPF y la Iglesia
Todos hemos oído hablar de que Adán y Eva comieron una manzana, y que el precio que pagaron fue la expulsión del Paraíso.
Pues bien, Adán y Eva nunca comieron una manzana; comieron del fruto del árbol que estaba en medio del Jardín del Edén.
El mito de la manzana probablemente se deba a que los pintores renacentistas lo representaron de esa forma.
De la misma manera todos hemos oído decir que a la Iglesia la mantiene el Estado.
Tampoco es cierto, sin embargo todavía hoy el 45% de la población cree esa falsedad.
No hay partida en los presupuestos para mantener a la Iglesia. la Iglesia depende fundamentalmente de las aportaciones de los fieles y de los que marcan las X en su declaración de la Renta.
Un 33% de las declaraciones no marcan ninguna X. Que la tuya no sea una de ellas.
El precio de no hacerlo es una menor capacidad de acción pastoral, social, caritativa y cultural.
La Pastoral de la Salud, por ejemplo, realizada por 19.00 voluntarios acompañando a 64.000 personas enfermas y a sus familias en sus domicilios, dependen de ello.
Si haces tú mismo la declaración, marca la x de la Iglesia y la de los fines sociales. Si te la hacen, asegúrate de que estén marcadas las dos X.