Dos jóvenes que nos inspiran: Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati

Cuando pensamos en santos, muchas veces se nos vienen a la cabeza personas de siglos pasados, con vidas muy diferentes a la nuestra. Pero la Iglesia nos regala ejemplos de jóvenes modernos, que vivieron su fe con alegría en medio de sus estudios, amigos, deportes y pasiones.

Hoy queremos presentarte a dos de ellos que suben a los altares a la vez: Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati.


Carlo Acutis: un apóstol de la Eucaristía en Internet

Carlo nació en Italia en 1991 y murió muy joven, a los 15 años, a causa de una leucemia fulminante. Pero en ese poco tiempo dejó un testimonio enorme.

  • Amaba profundamente a Jesús Eucaristía: decía que era su “autopista al cielo”.
  • Rezaba el Rosario cada día y confiaba siempre en la Virgen María.
  • Tenía un gran talento para la informática y lo puso al servicio de Dios: creó una página web con los milagros eucarísticos del mundo.
  • A pesar de vivir en una familia acomodada, era sencillo, compartía lo que tenía y ayudaba a los pobres.
  • En su enfermedad, ofreció sus dolores por el Papa y por la Iglesia.

Carlo nos recuerda que se puede ser santo usando la tecnología y que el centro de nuestra vida debe ser siempre Jesús presente en la Eucaristía.

Pier Giorgio Frassati: el joven de la montaña y de los pobres

Pier Giorgio nació en 1901, también en Italia, y murió a los 24 años por una enfermedad que seguramente contrajo al visitar a los enfermos en los barrios más pobres de Turín.

  • Era alegre, deportista y amaba escalar montañas.
  • Participaba en asociaciones católicas y nunca dejaba la misa diaria ni la oración.
  • Tenía una gran sensibilidad social: ayudaba a los más necesitados, visitaba enfermos y compartía con ellos su tiempo y su dinero.
  • Su funeral fue impresionante: una multitud de pobres acudió a despedirlo, mostrando cuánto bien había hecho en silencio.

Su vida nos enseña que la santidad no está reñida con la diversión, la amistad o el deporte, sino que se vive en medio de todo eso, poniendo siempre primero a Dios y a los demás.

¿Qué tienen en común?

Aunque vivieron en épocas muy diferentes, Carlo y Pier Giorgio tienen mucho en común:

  • Ponían a Jesús Eucaristía en el centro de su vida.
  • Vivieron la caridad concreta con los pobres.
  • Tenían una alegría contagiosa que atraía a los demás.
  • Usaron sus talentos (tecnología en Carlo, compromiso social en Pier Giorgio) para evangelizar.

Invitación final

Estos dos beatos nos muestran que la santidad no es aburrida ni imposible. Al contrario, es vivir nuestra fe con alegría en lo cotidiano: en el estudio, el trabajo, el deporte, las redes sociales, la amistad… Allí, cada uno puede ser un santo del siglo XXI.

Como decía Carlo: “Todos nacen originales, pero muchos mueren como fotocopias”. Y como gritaba Pier Giorgio en la montaña: “¡Hacia lo alto!”.

Ellos nos animan hoy a mirar al cielo, sin dejar de transformar la tierra.








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