Por ser la Virgen de la Paloma
Este viernes, 15 de agosto, Madrid vivirá una de sus fiestas más queridas y populares: la solemnidad de la Asunción de la Virgen María y, de forma especial, la celebración de la Virgen de la Paloma, cuya imagen preside la parroquia que lleva su nombre, en pleno corazón del barrio de La Latina. El párroco, Gabriel Benedicto, vicario episcopal de la Vicaría VI, recuerda que la historia de esta devoción está marcada por la sencillez y la cercanía: «La Virgen de la Paloma es el signo de una Madre que se acerca a sus hijos. Eligió un lienzo pobre, sin autor, sin lugar de culto ni mecenazgo, que terminó encendiendo la fe en un barrio popular».

El origen se remonta al año 1787, cuando Isabel Tintero, conocida entre sus vecinos como «la beata» y vecina de la calle de la Paloma, encontró un lienzo de la Virgen de la Soledad que había sido desechado. «Lo hizo retocar y lo colocó en marzo del propio año en el portal de su misma casa, y esmerándose en su culto, le ha promovido con tanto fervor que ha conseguido extender su particular devoción».
En pocos años, la devoción se extendió por todo Madrid, llegando incluso a la Casa Real gracias a la intercesión atribuida a la Virgen en la curación del propio rey Fernando VII. En 1796 se inauguró la primera capilla, financiada con donativos de todas las clases sociales y muy pronto resultó también insuficiente, dado el creciente número de devotos que acudían a venerar a la Virgen. Finalmente se levantó el actual templo, que fue inaugurado en 1912.
Una espiritualidad que consuela la soledad
Para Gabriel Benedicto, la espiritualidad de la Virgen de la Paloma tiene un acento muy concreto: «La gente vive en medio de muchas soledades —matrimonios, jóvenes, ancianos— y la Virgen es esa Madre que estuvo sola al pie de la cruz y supo esperar con esperanza. Es capaz de acercar a los alejados y encontrar sus hijos en medio de las soledades de la vida».
El párroco recuerda que la imagen está vinculada a la advocación de la Soledad, lo que le confiere un significado muy actual: «En una sociedad en la que tantas personas se sienten solas, lo propio de la Virgen de la Paloma es ser una Virgen que es de todos y que aparece para ayudar y consolar».